NO TE OLVIDE
SARA MONTIEL
COMPOSITOR: SARA MONTIEL
PAIS: ESPAÑA
ALBUM: LA REINA DEL CHANTECLER
DISCOGRÁFICA: HISPAVOX
GÉNERO: CUPLÉ
AÑO: 1963
María
Antonia Abad Fernández, conocida artísticamente como Sara Montiel (Campo de
Criptana, Ciudad Real, 10 de marzo de 1928 - Madrid, 8 de abril de 2013) fue
una actriz de cine, cantante y productora cinematográfica española, considerada
el rostro más bello del cine español. Obtuvo también la nacionalidad mexicana en 1951.
Debutó
como actriz secundaria en la cinta Te quiero para mí precedida por Isabel de
Pomés, e inmediatamente dio el salto al protagónico con Empezó en boda, junto a
Fernando Fernán Gómez, con quien volvería a encabezar su siguiente
película, Se le fue el novio. Aunque la bella actriz realizaba tanto
papeles estelares como secundarios logrando críticas favorables e incluso algún
éxito importante como Locura de amor, se sentía insatisfecha de su sitio en la
industria española, y después de coprotagonizar El capitán Veneno nuevamente
junto a Fernando F. Gómez, decidió probar mejor fortuna en América. En apenas
cuatro años rodó catorce cintas entre México y Cuba, como la exitosa Piel
canela que le abriría las puertas de Hollywood para estelarizar junto a Gary
Cooper y Burt Lancaster el western Veracruz, de Robert Aldrich, filme al que
siguieron otros dos dirigidos por Samuel Fuller y Anthony Mann.
De
vuelta em España, la joven actriz afianzó su estatus de estrella internacional
con las películas El último cuplé y La violetera, que develaron su particular
estilo como cantante y que se convirtieron en formidables éxitos de taquilla,
estrenándose en diversos países de Europa e Hispanoamérica así como en India y Egipto.
Los honorarios que cobró por La violetera en 1958 convirtieron a Sara
Montiel en una de las actrices mejor pagadas del mundo, ya que la mejor pagada
del mundo en esa fecha fue Elizabeth Taylor, que llegó a cobrar 500.000 dólares
por ocho semanas de trabajo. En ese año también firmó un contrato de
exclusividad por película, y los discos publicados con sus canciones llegaron
hasta Grecia y Brasil. En los siguientes quince años, La diva española
protagonizó únicamente melodramas musicales pensados para ella, y alcanzó tal
popularidad que actuó en la Unión Soviética en plena Guerra Fría, en 1965,
llegando a tener amplio éxito como actriz y también como cantante,
especialmente con el tema Bésame mucho.
En una
España gris condicionada por la dictadura y las limitaciones económicas, Sara
Montiel fue la cara más barroca y sensual del espectáculo, gracias a sus
papeles de mujer fatal y a sugerentes vestidos que tentaban la censura. Actriz de gran éxito comercial,
mayormente en las décadas de 1950 y 1960, participó en medio centenar de
películas. Se retiró de la industria del cine en 1974, pero
como figura musical se mantuvo activa hasta el final: publicó diversos álbumes,
ofrecía recitales em teatros y presentó programas de variedades en televisión.
A los ochenta y un años de edad grabó con el duo Fangoria la canción discotequera
"Absolutamente" y su correspondiente vídeo musical, y pocos meses
antes de morir seguía dando actuaciones acompañada de un pianista.
Como
demostración de la perdurable fama de la española, en vísperas de su repentino
fallecimiento el Festival de Cine de Berlín estaba planeando un homenaje en su
honor.
«Sara Montiel sabía de luces, de montaje, conocía bien el
cine. Decían que era una actriz complicada. No, era cumplidora, no tenía
caprichos. Sabía cómo fotografiarse, cómo se montaban los filmes, dominaba los
"playbacks"... Porque, como ella misma decía, lo suyo no era ser
actriz o cantante, sino otra cosa. Estrella.»
Declaraciones
de Mario Camus, director del filme Esa Mujer, en el diario El País.
Desde que nace el día
hasta que muere el sol
resuena en mis oídos
el eco de tu voz.
El monte y los ríos
el aire y el rumor
me trae las palabras
que me dijiste amor.
Y aunque lejos de mí
yo no te olvido no
tu imagen adorada
llevo en mi corazón.
Por el anochecer
el velo del adiós
frota en ese pañuelo
que tiembla por los dos.
Era una romería
sonaba el tamboril
y al son de aquel pórtico
me enamoré de ti.
Vivimos del recuerdo
que nos supo decir
Y al son de aquel pórtico
la voz del tamboril.
Y aunque lejos de mí
yo no te olvido no
tu imagen adorada
llevo
en mi corazón.
Por el anochecer
el velo del adiós
frota en ese pañuelo
que tiembla por los dos.
Mayte del alma mía
yo no te olvido no
tu imagen adorada
llevo en mi corazón.
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